Aclaran o especifican el significado o la
referencia de algunas expresiones (generalmente, nombres propios,
referencias históricas y citas usurpadas), pero en ningún caso
interpretan el texto. Ofrecen, por tanto, lo que en él hay de
mínima referencialidad y se muestran radicalmente indiferentes ante lo
que en él hay de máxima estremencia semiológica. Sin embargo, algunas de
ellas –las menos– sirven de asideros para exclusivamente forzar
el sentido de localizadas secciones del poema. En su totalidad (por
último), las notas presuponen una invasión, de múltiples presencias,
y –con distinta intensidad– arrasan con el texto. (Francis Ponge:
«es el vínculo entre la palabra y el poder, el que obliga al poeta a
buscar salida en lo real»).
Pueden leerse, pinchando aquí, estas 383 Notas.