Escribe David Franco Monthiel...


... en el "Cádiz Rebelde" y en "Rebelión":

Que mi libro de aortas os dispare” : (…) El sur saqueado busca una vida en las ciudades del norte. Las fronteras son apenas líneas marcadas en el mapa físico de una necesidad humana absurda, esa de difereciarse del otro, de los que no son como él y disponer de banca y ejercito. Las alambradas, los puestos fronterizos, las quemaduras de la gasolina, y el temblor que de espesa en el cuerpo como una avalancha de frío que congela unos huesos golpeados por la travesía más larga hacia un campamento en mitad de las montañas. Hay claveles negros en el estrecho. La Policía española ha repatriado en lo que va de año a más de 53.000 inmigrantes frustrados. Y en sólo cuatro días ha detenido a 800. Y en un solo día y en una sola isla canaria ha recuperado los cadáveres de diez. La demanda de mano de obra semi-legal o directamente ilegal, pagable a precios de miseria, infraempleos que violan todos los convenios internacionales sobre condiciones laborales, infraviviendas donde hacinar clandestinamente a los inmigrantes… Además de la gasolina que echa en el incendio los grandes medios con la relación inmigración-delincuencia. 


La marcha de los 150.000.000 es una sucesión de cantos, de cantos cósmicos que acoge a los excluidos en sus versos. Una brisa incómoda, plagada de registros diferentes que delatan una enunciación plural. Es la constatación de las posibilidades abiertas de una escritura política decididamente conflictiva y no-tranquilizadora : la creencia en el texto como organismo disidente e intolerable, un largo poema secular todavía ininterrumpido que bebe de Isaías a Ernesto Cardenal, de Huidobro a Neruda, de los informes anuales sobre derechos humanos, de Jim Morrison a Silvio Rodríguez…: «yo quiero oír / el alarido de la mariposa» (…)