Isaías 17


« ¡Ay!, estruendo de muchos pueblos; / braman como el alarido del mar; / estrépito de naciones, / como el estrépito de aguas copiosísimas; / y le increpa, y huye lejos, / aventado como el tamo de las montañas ante el viento, / como el remolino de polvo ante el espanto / y antes de la mañana habrá desaparecido. / Ésta será la suerte de los que nos despojan, / la suerte de los que nos saquean »

Del oráculo de Etiopía
Isaías (17, 12-14)
  

«El 80% de los habitantes del mundo está condenado a vivir en las zonas más empobrecidas de la tierra. Es como si dos trenes avanzaran a toda velocidad, frente a frente, por la misma vía. El choque está asegurado. Nadie duda a estas alturas que Europa y Norteamérica recibirán auténticas oleadas de emigrantes del Sur en busca de una vida más digna que les ha sido arrebatada. La mítica Gran Marcha, la columna de hombres, mujeres y niños del Tercer Mundo avanzando a pie hacia los países ricos del Norte con el fin de atravesar masivamente sus fronteras, ya se está produciendo. La represión es exhaustiva y organizada y los fusiles los están esperando, temerosos, desde hace tiempo».