« (…) Es el presentimiento de que la imaginación es más real y la
realidad menos real de lo que parece. Es la sensación de que la última
palabra no pertenece a la brutalidad de los hechos que oprimen y
reprimen. Es la sospecha de que la realidad, tal vez, es mucho más
compleja de lo que el realismo nos quiere hacer creer y de que las
fronteras de lo posible no están determinadas por los límites del
presente».
(Rubem Alves)